Recientemente se ha cumplido el quinto aniversario de la muerte del alpinista Iñaki Ochoa de Olza en el Anapurna.
Su amigo Jorge Egocheaga, escribió esta carta. Sirvan las imágenes que acompañan estas bellas palabras como pequeño homenaje a ambos montañeros.
Su amigo Jorge Egocheaga, escribió esta carta. Sirvan las imágenes que acompañan estas bellas palabras como pequeño homenaje a ambos montañeros.
"Querido hermano Iñaki:
Son las 6.45 de la mañana y me encuentro sentado en medio de un bosque, ese que sube a la cumbre del Monsacro, mi montaña. Un verdor intenso, brillante, asturiano, me abraza mientras la tenue luz del amanecer baña mis ojos cansados. Como todos los días me he levantado a las 5.45 para acudir a mi cita con ella, antes de iniciar una larga jornada laboral…pero hoy no tengo ganas de subir, hoy prefiero sentarme en este rincón que le enseñe a Iñaki hace 5 meses y en el que compartimos risas y esperanzas, deseos y frustraciones, felicidad y horror, en definitiva, vida misma, o como él decía pura vida.
Hablamos de nuestras elecciones. De haber escogido como traje de faena la austeridad, que para nosotros constituye una forma de entender la vida, rechazando el consumismo atroz, los discursos subliminares, las vendetas políticas y sociales. En ocasiones, bastantes, nos han acusado de “cutres” por nuestra forma de vestir, de conducir, de habitar, en definitiva, de vivir, pues, la verdad, es que podríamos hacerlo de otra manera. Aquellos que nos señalan, no entienden que nuestro compromiso se construye con nuestro propio camino, al que no queremos traicionar y no con la sociedad que intenta alienar nuestras esperanzas.
En nuestra austeridad somos ricos pues necesitamos muy poco para alcanzar cortos pero intensos momentos de felicidad.
Como reivindicación de lo escrito guardaré esos pantalones que me regalaste después de confesarme el coste: 2 libras en un mercadillo de Londres,… y con los que por cierto, hicimos cumbre en el Cho oyu. Así, hemos también escogido unos pantalones cosidos con retazos de silencio. Hicimos muchas risas con esos fantásticos alpinistas que conquistan cumbres (como si las montañas pudiesen ser conquistadas) emborrachados de éxito y honor y son recibidos como héroes por masas analfabetas del saber alpino.
Tu camino de vida, ese que te llevaba a las montañas desnudo de ayudas externas, sólo tú y ellas, ha impedido que llegases al final de tu último sueño. Sin embargo, has sido honrado con tu visión, con tu compromiso, con tu existencia liberándote de las cadenas sociales que continuamente intentaban atraparte…y eso, te hace héroe, pues has sabido resistir hasta el final.
Sí, nuestras botas están repletas de agujeros. A través de ellos intentamos que la vida fluya, evitando corsés, paredes, prejuicios. Si cerramos las manos, solamente podremos recoger un montoncito de arena del desierto; si abrimos nuestros dedos, toda la arena del mismo podrá pasar a través de ellas. Intentamos ser conscientes de que la vida son problemas y sufrimientos, pero también felicidad y amigos, de que no hay cielo sin infierno y viceversa, de que somos seres intrascendentes y por ello, insignificantes entre la inmensidad del cosmos. A través de los agujeros de nuestras botas intentamos escapar de esos micromundos que pretender endiosarnos en un universo virtual.
Nuestro camino hacia las montañas es nuestro camino de vida. Lugares, personas, vivencias, viajes, se condensan en la construcción de una senda de la que no nos queremos desligar. Quizás ésta termine en las laderas de una montaña, allí dónde los pájaros ya no vuelan, pero donde el aire es tan puro y limpio como las almas que allí habitan. Sabemos que lo peor es sufrido por familia y verdaderos amigos, pero también consideramos que no existe nada más vil que traicionar a aquellos que te quieren. La traición a los demás siempre comienza por la traición a uno mismo y de ahí nuestra lucha por ser fieles a nuestros ideales, aquellos que habitan en ese lugar sagrado de nuestra alma.
En realidad, considero que has cumplido un ciclo existencial desde el advenimiento de las quimeras, la construcción palpable de sueños reconocidos como irrealizables, el sentimiento de estar inexistente en vida ante la terrible experiencia de la muerte, el renacimiento adherido al empuje de la naturaleza y sus montañas en su más puro estado…¿qué sería de nosotros sin el viaje?
Somos aquello que no conocemos pues somos presente que se proyecta de inmediato hacia un futuro incierto, pero resurge ante experiencias nuevas, inexploradas con anterioridad, somos un cúmulo de sensaciones y vivencias pasadas y por pasar, somos un tejido de interrrelaciones con la tierra, sus gentes, sus vivencias, sus paisajes, sus montañas. Somos parte del viaje.
Iñaki ya no está aquí en presencia física pero sigue vivo, en ocasiones más que antes, en el alma, corazón y pensamiento de todos aquellos que lo queremos con pasión. Iñaki se ha ganado la inmortalidad a pulso, simplemente (casi nada) por ser como era. La semilla de su luz habita en sus seres queridos y nada ni nadie podrá ya apagarla.
Sigo sentado en medio de verdor brillante que me brinda la primavera asturiana. Algo se mueve entre la hojarasca, a unos 20 metros de donde me encuentro. Una preciosa cierva aparece, y tras ella un maravilloso bambi de muy pocos días de edad. La cierva me mira desconfiada, pero el cervatillo se acerca, poco a poco hasta lamerme la mano. No entiendo por qué no se asusta; una lágrima resbala por mi mejilla. Creo que sabe y siente, cómo, aquí, en las montañas, como Iñaki, que yo también alcanzo mi paz".
8 comentarios:
Espectaculares fotografías acompañando a las palabras de Jorge, si señor, muy buen homenaje.
Un saludo
Tengo el placer de conocer a Jorge y esta carta, define su grandeza como amigo, compañero, médico y persona.
Las fotos son el complemento perfecto para esta emotiva carta entre dos amigos ¡de los de verdad!.
Un abrazo a todos
Una entrada muy emotiva...esos amigos, que importantes son en nuestras vidas!
Fantasticas imagenes, gran trabajo!
Un saudiño!
Emotivo e inspirador texto, grandes imágenes perfectas para el texto.
Lo comparto!
Sabes que tanto el texto como las imágenes me ponen la piel de gallina.
Un abrazo.
Cruz.
esta gente me parece valiente y maravillosa.Luchan por sus sueños y son capaces de morir por ellos.
Me encanta como defines a tu gran amigo y amigo de todos, "Iñaki", yo he practicado el alpinismo de forma no profesional, he realizado algunas cumbres, pero lo del sentimiento que tanto tu como Iñaki expresais, si que lo conozco, gracias Jorge, gracias Iñaki.
Me parecen impresionantes las fotografías y tu reflexión hacia un gran amigo que por desgracia ya no esta contigo en persona pero seguro que él esté donde esté te protegerá siempre. Yo apuesto por ti para el próximo Premio Príncipe de Asturias, te lo mereces.
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