Son muchos los años que llevamos
soñando con descubrir, bajo nuestros pies, paisajes nevados hasta allí donde se
pierde nuestra vista en el horizonte.
Dejarnos atrapar por el silencio
de las estrellas, el murmullo del viento transportando los copos de nieve recién caída, la magia de
las luces de los fríos amaneceres y atardeceres, la insignificancia de nuestra
presencia en la inmensidad del paisaje.
Hicimos realidad cumbres en
nuestros Pirineos, en los Alpes, Andes, Africa o Alaska y por fin en los
Himalayas, donde nos dejamos atrapar por esa fina línea que separa la tierra,
del cielo... la vida de la muerte, la realidad de los sueños, todo aquello que
queda por encima de los 7500
metros de altitud.
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
A lo largo de todo este tiempo,
nuestro equipo fotográfico ha ido evolucionando según los conocimientos
aportados por la experiencia y sobre todo por las exigencias del duro entorno.
En nuestros viajes por multitud de países, en búsqueda de los entornos
naturales más salvajes, hemos utilizado cámaras fotográficas y lentes
profesionales tanto de Canon como Nikon, procurando encontrar siempre la máxima
calidad y fiabilidad.
En esa búsqueda constante del
material más apropiado incluso para nuestras 5 últimas expediciones a montañas de
más de 8000 metros ,
intentamos dar con el equipo fotográfico
que mejor se adaptara a nuestras necesidades, guardando la máxima relación entre calidad y peso/espacio, pero que a la
vez fuera extremadamente fiable, capaz de aguantar las condiciones climáticas
más extremas del planeta.
Además queríamos que nuestra
cámara de fotos se viera acompañada de una excelente y y diversa relación de lentes de la máxima calidad, y si fuera
posible, siempre con el menor peso y espacio posible.
En esa incesante búsqueda,
llegamos a la conclusión de que las cámaras Mirrorless podían cubrir todas nuestras
exigencias y por encima de otros sistemas como el “full frame” o el “APSC” de otras marcas, de manera muy
especial, por su versatilidad, el que
mejor se adaptaba a lo que nosotros queríamos era el sistema micro cuatro
tercios.
OLYMPUS OM-D E-M1, Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Nos pareció extremadamente
interesante , el hecho de poder combinar en un cuerpo de cámara con la excepcional
calidad, ligereza y prestaciones de la OM-D
E-M 1, tanto lentes de calidad profesional, provenientes del
antiguo sistema cuatro tercios, manteniendo un enfoque muy rápido y preciso, como de las numerosas lentes diseñadas
específicamente para este ingenioso sistema.
Así pues, con la Olympus OM-D E-M1 ya
teníamos seleccionada nuestra compañera de viaje para un destino elegido hacia
bastante tiempo. Nuestras inquietudes nos querían llevar hasta una bella montaña,
lejana, altiva, compleja.
El Makalu, de 8481 metros de altitud,
es la quinta cumbre más alta del planeta y por su situación y climatología una
de las más extremas en cuanto a las condiciones climatológicas, el campo base
es uno de los más altos de entre las montañas de más de 8000 metros , se sitúa a
5800 metros
y al igual que la cumbre están expuestos al frío viento norte proveniente del
Tibet, en definitivita un exigente banco de pruebas para nuestra voluntad y
sobre todo para nuestro equipo fotográfico.
En todos nuestros viajes
intentamos captar la esencia de la cultura, la religión o la forma de vida de
las personas que viven cerca de la montaña, por lo que los primeros días de preparativos
nos dirigimos a varios de los lugares más interesantes de Katmandu desde el
punto de vista cultural o religioso. Durbar Square y Pasupatinah para los
hinduistas y la gran estupa de Budanah para los Tibetanos.
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Nuestra OM-D M-1 se desenvolvió
perfectamente en esos ambientes, y esta claramente
llamada a ser una de las mejores cámaras fotográficas para hacer fotografía en nuestros
viajes a pie de calle, realizar largas jornadas de trekking o de naturaleza.
Su reducido volumen y peso hace
que la podamos llevar cómodamente durante mucho tiempo sin que se resienta
nuestro cuello o nuestra espalda y sin llamar mucho la atención, pasando
bastante desapercibido, sin descuidar además su fantástica ergonomía.
La combinación del excelente sistema de estabilización de 5
ejes en el cuerpo de la cámara, con el ultra luminoso objetivo Zuiko 14-40
PRO hacen posible su utilización en ambientes muy oscuros, a velocidades
extremadamente lentas y a isos muy contenidos, parámetros que son impensables
para otros sistemas. Las fotos no salen movidas y se ven perfectamente
enfocadas gracias al rápido y preciso sistema
dual de enfoque que combina el foco por contraste y el de detección de
fase, según la escena e iluminación existentes.
Por otra parte también nos
sorprendió la calidad del visor
electrónico y su velocidad de refresco, no echando en falta el típico visor
óptico de mis cámaras réflex.
El manejo de la cámara es
bastante sencillo y no tenemos que marearnos con complejos e inaccesibles menús
para cambiar los distintos parámetros gracias la disposición y número de sus diales de control, haciéndola muy adaptable
a nuestras propias preferencias agilizando en gran medida su utilización.
OLYMPUS OM-D E-M1 , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Este factor también se mostró muy
interesante cuando utilizamos la cámara en altura y bajo condiciones metereológicas
más duras, pues la disposición, el tamaño y número de los diales facilita en
gran medida su manejo incluso con guantes de montaña, evitando que se nos
congelen las manos.
Cuando llegó la hora de exprimir
el sensor y las prestaciones fotográficas de la OM-D al máximo, en busca de la complejidad y
magia de las luces de alta montaña, la cámara se comportó de manera aún más excepcional,
con un sistema de medición y de balance de blancos muy precisos.
Una de las cualidades más
importantes y necesarias para la fotografía de paisaje y en especial de montaña
es que la cámara tenga un rango dinámico
elevado, es decir la máxima capacidad para captar la diferencia entre las
luces más altas y las más bajas, evitando zonas en la imagen sobre expuestas o
muy oscuras.
En montaña la diferencia entre
las luces de las cumbres nevadas y la oscuridad del fondo de los valles es
extrema, y allí nuestra OM-D E-M1 nuevamente nos sorprendió gratamente, puesto
que el sensor se mostró muy capaz.
Además la cámara tiene una
función muy útil en la que se funden en un solo archivo RAW de forma
automática cuatro tomas con diferentes
exposiciones obteniendo una imagen muy equilibrada.
Otra circunstancia importante a
tener en cuenta en fotografía de paisaje es que todos los planos de la imagen
salgan nítidos, obteniendo la mayor profundidad de campo posible sin necesidad
de cerrar el diafragma para evitar el efecto de la difracción en las lentes, a
ello ayuda el resultado de la distancia focal equivalente del sistema micro
4/3, donde esta se ve multiplicada por dos con respecto al full frame,
consiguiendo a igual encuadre mayor profundidad de campo, por lo que basta con
cerrar el diafragma como mucho a f/8 para obtener fotos con todos los planos
enfocados.
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Por otra parte, y debido a las
bajas temperaturas y al viento que solía soplar en el campo base, muy a mi
pesar, ( puesto que me encanta tomar imágenes bajo la luz de las estrellas ),
no exprimí mucho el sensor a isos altos en fotografía nocturna, ni utilicé con
frecuencia largas exposiciones, pero en las pocas ocasiones que lo hice y hasta
iso 1600 su comportamiento fue más que aceptable para un sensor de su tamaño,
encontrando muy útil la exposición en el
modo Live Bulb y Live Time, en la cual puedes ir viendo como queda la
escena directamente en la pantalla de la cámara a medida que va pasando el
tiempo de exposición , pudiendo detenerla en el momento que consideremos más
apropiado, evitando escenas muy oscuras o quemadas.
Tampoco querría pasar por alto el
excelente comportamiento del sistema de
limpieza del sensor, que a diferencia de los sistemas de otras marcas que
he probado, no deja rastro alguno de
motas de polvo o suciedad en ninguna de las imágenes tomadas, ni tampoco la posibilidad de generar “time
lapses” de forma automática a través de una función que une las fotografías
generando un video full HD de alta calidad, conservando además las fotografías
realizadas en el mismo.
Sin duda que la calidad de las lentes es un factor esencial
para la obtención de imágenes nítidas sobre todo en paisaje, y allí es donde Olympus despliega su máximo potencial, a
diferencia de otras marcas, cuidando desde siempre en extremo esta importante
circunstancia.
A nadie se le escapa que la
tecnología avanza rápidamente dejando obsoletas las cámaras más nuevas, pero
una buena lente, siempre es y será una buena inversión a corto medio y largo
plazo.
OLYMPUS OM-D E-M1, , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
A la posibilidad nada
despreciable y muy acertada de poder equipar, (sin perdidas de rapidez o
precisión ), a través del correspondiente adaptador, legendarios objetivos del
antiguo sistema cuatro tercios de Olympus buscando calidad ultra profesional,
como son el ultra angular Zuiko ED 7-14 f/4, el zoom estándar 14-35 f/2, o los
teleobjetivos Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD, el ED 90-250
f/2.8 o el ED 35-100 f/2.8 , se une
el hecho de la existencia de numeras ópticas con una excepcional relación entre precio, calidad
y peso/volumen, como son el diminuto zoom estándar Zuiko 14-42 3.5/5.6 EZ, (que es el más ligero y compacto del mercado en
su categoría ), el angular Zuiko 9-18 4/5.6, el teleobjetivo Zuiko 40-150 f/4-5.6. o el
luminoso Zuiko 12 mm
, f/2 perfecto para fotografía nocturna.
Pero además, sin olvidar en esa
contante búsqueda de innovar y mejorar sus productos, Olympus ha ido más allá, desarrollando nuevas
ópticas diseñadas especialmente para aficionados exigentes y profesionales que
quieran mantener un equilibrio perfecto
entre peso/volumen y la máxima calidad
posible, sacando el mayor partido a las prestaciones del nuevo sistema,
como es el recientemente galardonado por los premios EISA 2014, ZUIKO 12-40 f2.8 PRO, el nuevo objetivo
Zuiko 40-150 2.8 PRO o el próximo Zuiko 7-14 2.8 PRO
Nosotros, por nuestra parte, elegimos para nuestra expedición al Makalu,
un objetivo de cada uno de los tres bloques
OLYMPUS OM-D E-M1 , OLYMPUS 14-42 3.5/5.6 EZ
Para el trabajo hasta el campo
base de la montaña y sobre todo en el mismo, utilizamos el teleobjetivo del antiguo
sistema 4/3 con el adaptador MMF-3, Zuiko
ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD que
equivaldría a un 100-400.
La calidad de construcción del
objetivo es muy buena y funcionó perfectamente a las temperaturas extremas que suele haber al
amanecer y atardecer, no viéndose afectado su uso por la humedad de la nieve
que cayó en ocasiones mientras hacíamos las fotos.
Su contenido peso con respecto a
ópticas similares de la competencia y su luminosidad lo hacen extremadamente
versátil.
Enfoca de forma rápida y precisa
con el mencionado adaptador.
Pero donde más nos
sorprendió y donde más destaca de manera
excepcional, es en cuanto a calidad de
la imagen y la nitidez obtenida en las fotos que tomamos con el mismo a
todas las distancias focales, incluyendo los bordes de la misma a diafragmas
abiertos y de forma especial a 400
mm donde muchos teleobjetivos fallan.
He probado en otras expediciones y
viajes, tanto el Canon 100-400
L con la 5d Mark II , como el Nikon 80-400 montado en la D 800, objetivos más caros y
desde luego que los supera ampliamente en cuanto a calidad, de forma especial
si lo comparamos con el Nikon.
Podéis corroborar lo que digo en
el siguiente análisis hecho por Photozone en este enlace http://www.photozone.de/olympus--four-thirds-lens-tests/454-oly502002835
OLYMPUS OM-D E-M1 , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Por otra parte, para hacer fotos
en altura, ( a partir de 6700
metros ) utilizamos el diminuto y ultraligero (tan solo
90 gr y 22,5 mm de espesor), Zuiko 14-42 3.5/5.6 EZ, haciendo el
conjunto cuerpo/objetivo de un tamaño y peso muy contenidos, cuestión esencial
para poder ascender lo más ligero posible o para hacer actividades más técnicas
de hielo o escalada.
Su funcionamiento fue muy
correcto y no se vio afectado por las bajas temperaturas que soportamos en el
Makalu La, a 7600 metros
de altitud y unos -25º C.
Podéis ver una completa review en
photograpyblog
http://www.photographyblog.com/reviews/olympus_m_zuiko_digital_ed_14_42mm_f_35_56_ez_review/
Pero el objetivo más utilizado
sin duda, ha sido el fantástico ZUIKO
12-40 f2.8 PRO, específicamente diseñado para sacar el máximo rendimiento a
la OM-D E-M 1
La calidad de su construcción perfectamente sellado contra la humedad
y el polvo, su luminosidad y sobre
todo su excelente nitidez incluso en los
bordes del fotograma a
diafragmas muy abiertos lo hacen prácticamente indispensable, teniendo en cuenta
además su contenido peso y volumen o su rapidez
en el enfoque, lo que me permitió llevar la cámara junto con el objetivo
colgando del cuello la mayor parte del tiempo, incluso nevando y con
temperaturas muy extremas.
He utilizado tanto el Canon 27-70 L en la 5d MK II como el
Nikon 27-70 2.8 G
en la d800 y la calidad en general, pero sobre todo en las esquinas es superior
en el Zuiko 12-40, sin tener en cuenta que las otras ópticas son mucho más
caras y pesadas o voluminosas.
Podemos ver reviews que confirman
lo que decimos en los siguientes enlaces:
Photozone http://www.photozone.de/m43/862_oly1240
Photographyblog http://www.photographyblog.com/reviews/olympus_m_zuiko_digital_12_40mm_f_28_pro_review/
Ephotozine http://www.ephotozine.com/article/olympus-m-zuiko-ed-12-40mm-f-2-8-pro-lens-review-24513
Lenstip http://www.lenstip.com/392.1-Lens_review-Olympus_M.Zuiko_Digital_12-40_mm_f_2.8_ED_PRO_Introduction.html
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
En definitiva podemos concluir que la OM-D EM-1 es una
minijoya con un solo defecto, " no te quedarán excusas para no hacer
fotos, vayas a donde vayas" guardando posiblemente, la mejor
proporción del mercado entre calidad de imagen, fiabilidad y tamaño/peso tanto del
cuerpo como del extenso escaparate de ópticas a su disposición.
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Y como el futuro avanza
rápidamente y soñar es gratuito, ¡qué querríamos para que a nuestro juicio la
OM-D E-M 1 fuera la máquina PERFECTA¡ , poniendo
definitivamente contra las cuerdas a sistemas con sensores más grandes , pues
un captor con una resolución de 24 Megas, sin que por ello se penalizara su
compartimiento a isos altos o su rango dinámico, un Iso nativo de 100 en vez de
200, y aunque encontramos el comportamiento de su pila aceptable incluso a
temperaturas muy bajas, que la batería tuviera un mayor rendimiento.
4 comentarios:
Excelentes fotos y un análisis muy bueno. Lástima que mi equipo sea de otra marca y no esté la cosa como para cambiarlo... pero vamos, que me has convencido.
Un saludo
Excelente análisis Javier, después de leerlo me he ido a mirar precios... jeje.. casi me convences pero por el momento me quedo con mi pesada pero conocida "fotocopiadora" :))
Un abrazo
Gracias Javier y Pere ... un abrazo para los dos.
una foto mejor que otra, se ven barbaras!!!
me encantaría comprarme una de esas camaras reflex o alguna con buena definicion aunque igual soy un queso haciendo las tomas.. estaría bueno aprender!!
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