“ Desde la altura imposible de las cimas veo mi pasado, sueño con el futuro y con inusual claridad puedo sentirme en el presente ,mi visión se clarifica , mis fuerzas se renuevan. En las montañas celebro la creación. En cada viaje a ellas renazco” Anatoli Boukreev

miércoles, 24 de septiembre de 2014

EXPERIENCIA OLYMPUS EN EL MAKALU

Son muchos los años que llevamos soñando con descubrir, bajo nuestros pies, paisajes nevados hasta allí donde se pierde nuestra vista en el horizonte.
Dejarnos atrapar por el silencio de las estrellas, el murmullo del viento transportando  los copos de nieve recién caída, la magia de las luces de los fríos amaneceres y atardeceres, la insignificancia de nuestra presencia en la inmensidad del paisaje.

Hicimos realidad cumbres en nuestros Pirineos, en los Alpes, Andes, Africa o Alaska y por fin en los Himalayas, donde nos dejamos atrapar por esa fina línea que separa la tierra, del cielo... la vida de la muerte, la realidad de los sueños, todo aquello que queda por encima de los 7500 metros de altitud.

OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
A lo largo de todo este tiempo, nuestro equipo fotográfico ha ido evolucionando según los conocimientos aportados por la experiencia y sobre todo por las exigencias del duro entorno. En nuestros viajes por multitud de países, en búsqueda de los entornos naturales más salvajes, hemos utilizado cámaras fotográficas y lentes profesionales tanto de Canon como Nikon, procurando encontrar siempre la máxima calidad y fiabilidad.
En esa búsqueda constante del material más apropiado incluso para nuestras 5 últimas expediciones a montañas de más de 8000 metros, intentamos dar con el equipo fotográfico que mejor se adaptara a nuestras necesidades, guardando la máxima relación  entre calidad y peso/espacio, pero que a la vez fuera extremadamente fiable, capaz de aguantar las condiciones climáticas más extremas del planeta.
Además queríamos que nuestra cámara de fotos se viera acompañada de una excelente y y diversa relación de lentes de la máxima calidad, y si fuera posible, siempre con el menor peso y espacio posible.

En esa incesante búsqueda, llegamos a la conclusión de que las cámaras Mirrorless podían cubrir todas nuestras exigencias y por encima de otros sistemas como el “full frame”  o el “APSC” de otras marcas, de manera muy especial, por su versatilidad, el que mejor se adaptaba a lo que nosotros queríamos era el sistema micro cuatro tercios.
OLYMPUS OM-D E-M1, Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Nos pareció extremadamente interesante , el hecho de poder combinar en un cuerpo de cámara con la excepcional calidad, ligereza y prestaciones de la OM-D E-M1, tanto lentes de calidad profesional, provenientes del antiguo sistema cuatro tercios, manteniendo un enfoque muy rápido y preciso,  como de las numerosas lentes diseñadas específicamente para este ingenioso sistema.
Así pues, con la Olympus OM-D E-M1 ya teníamos seleccionada nuestra compañera de viaje para un destino elegido hacia bastante tiempo. Nuestras inquietudes nos querían llevar hasta una bella montaña, lejana, altiva, compleja.
El Makalu, de 8481 metros de altitud, es la quinta cumbre más alta del planeta y por su situación y climatología una de las más extremas en cuanto a las condiciones climatológicas, el campo base es uno de los más altos de entre las montañas de más de 8000 metros, se sitúa a 5800 metros y al igual que la cumbre están expuestos al frío viento norte proveniente del Tibet, en definitivita un exigente banco de pruebas para nuestra voluntad y sobre todo para nuestro equipo fotográfico.

En todos nuestros viajes intentamos captar la esencia de la cultura, la religión o la forma de vida de las personas que viven cerca de la montaña, por lo que los primeros días de preparativos nos dirigimos a varios de los lugares más interesantes de Katmandu desde el punto de vista cultural o religioso. Durbar Square y Pasupatinah para los hinduistas y la gran estupa de Budanah para los Tibetanos.


OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Nuestra OM-D M-1 se desenvolvió perfectamente en esos ambientes, y esta claramente llamada a ser una de las mejores cámaras fotográficas para hacer fotografía en nuestros viajes a pie de calle, realizar largas jornadas de trekking o de naturaleza.
Su reducido volumen y peso hace que la podamos llevar cómodamente durante mucho tiempo sin que se resienta nuestro cuello o nuestra espalda y sin llamar mucho la atención, pasando bastante desapercibido, sin descuidar además su fantástica ergonomía.
La combinación del excelente sistema de estabilización de 5 ejes en el cuerpo de la cámara, con el ultra luminoso objetivo Zuiko 14-40 PRO hacen posible su utilización en ambientes muy oscuros, a velocidades extremadamente lentas y a isos muy contenidos, parámetros que son impensables para otros sistemas. Las fotos no salen movidas y se ven perfectamente enfocadas gracias al rápido y preciso sistema dual de enfoque que combina el foco por contraste y el de detección de fase, según la escena e iluminación existentes.
Por otra parte también nos sorprendió la calidad del visor electrónico y su velocidad de refresco, no echando en falta el típico visor óptico de mis cámaras réflex.

El manejo de la cámara es bastante sencillo y no tenemos que marearnos con complejos e inaccesibles menús para cambiar los distintos parámetros gracias la disposición y número de sus diales de control, haciéndola muy adaptable a nuestras propias preferencias agilizando en gran medida su utilización.


OLYMPUS OM-D E-M1 , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Este factor también se mostró muy interesante cuando utilizamos la cámara en altura y bajo condiciones metereológicas más duras, pues la disposición, el tamaño y número de los diales facilita en gran medida su manejo incluso con guantes de montaña, evitando que se nos congelen las manos.
Cuando llegó la hora de exprimir el sensor y las prestaciones fotográficas de la OM-D al máximo, en busca de la complejidad y magia de las luces de alta montaña, la cámara se comportó de manera aún más excepcional, con un sistema de medición y de balance de blancos muy precisos.
Una de las cualidades más importantes y necesarias para la fotografía de paisaje y en especial de montaña es que la cámara tenga un rango dinámico elevado, es decir la máxima capacidad para captar la diferencia entre las luces más altas y las más bajas, evitando zonas en la imagen sobre expuestas o muy oscuras.
En montaña la diferencia entre las luces de las cumbres nevadas y la oscuridad del fondo de los valles es extrema, y allí nuestra OM-D E-M1 nuevamente nos sorprendió gratamente, puesto que el sensor se mostró muy capaz.
Además la cámara tiene una función muy útil en la que se funden en un solo archivo RAW de forma automática  cuatro tomas con diferentes exposiciones obteniendo una imagen muy equilibrada.
Otra circunstancia importante a tener en cuenta en fotografía de paisaje es que todos los planos de la imagen salgan nítidos, obteniendo la mayor profundidad de campo posible sin necesidad de cerrar el diafragma para evitar el efecto de la difracción en las lentes, a ello ayuda el resultado de la distancia focal equivalente del sistema micro 4/3, donde esta se ve multiplicada por dos con respecto al full frame, consiguiendo a igual encuadre mayor profundidad de campo, por lo que basta con cerrar el diafragma como mucho a f/8 para obtener fotos con todos los planos enfocados.



OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Por otra parte, y debido a las bajas temperaturas y al viento que solía soplar en el campo base, muy a mi pesar, ( puesto que me encanta tomar imágenes bajo la luz de las estrellas ), no exprimí mucho el sensor a isos altos en fotografía nocturna, ni utilicé con frecuencia largas exposiciones, pero en las pocas ocasiones que lo hice y hasta iso 1600 su comportamiento fue más que aceptable para un sensor de su tamaño, encontrando muy útil la exposición en el modo Live Bulb y Live Time, en la cual puedes ir viendo como queda la escena directamente en la pantalla de la cámara a medida que va pasando el tiempo de exposición , pudiendo detenerla en el momento que consideremos más apropiado, evitando escenas muy oscuras o quemadas.
Tampoco querría pasar por alto el excelente comportamiento del sistema de limpieza del sensor, que a diferencia de los sistemas de otras marcas que he probado, no deja  rastro alguno de motas de polvo o suciedad en ninguna de las imágenes tomadas, ni tampoco la posibilidad de generar “time lapses” de forma automática a través de una función que une las fotografías generando un video full HD de alta calidad, conservando además las fotografías realizadas en el mismo.
Sin duda que la calidad de las lentes es un factor esencial para la obtención de imágenes nítidas sobre todo en paisaje, y allí es donde Olympus despliega su máximo potencial, a diferencia de otras marcas, cuidando desde siempre en extremo esta importante circunstancia.

A nadie se le escapa que la tecnología avanza rápidamente dejando obsoletas las cámaras más nuevas, pero una buena lente, siempre es y será una buena inversión a corto medio y largo plazo.

OLYMPUS OM-D E-M1, , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
A la posibilidad nada despreciable y muy acertada de poder equipar, (sin perdidas de rapidez o precisión ), a través del correspondiente adaptador, legendarios objetivos del antiguo sistema cuatro tercios de Olympus buscando calidad ultra profesional, como son el ultra angular Zuiko ED 7-14 f/4, el zoom estándar 14-35 f/2, o los teleobjetivos Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD, el ED 90-250 f/2.8 o el ED 35-100 f/2.8 , se une el hecho de la existencia de numeras ópticas con una excepcional relación entre precio, calidad y peso/volumen, como son el diminuto zoom estándar Zuiko 14-42 3.5/5.6 EZ, (que es el más ligero y compacto del mercado en su categoría ), el angular Zuiko 9-18 4/5.6,  el teleobjetivo Zuiko 40-150 f/4-5.6. o el luminoso Zuiko 12 mm , f/2 perfecto para fotografía nocturna.
Pero además, sin olvidar en esa contante búsqueda de innovar y mejorar sus productos, Olympus ha ido más allá, desarrollando nuevas ópticas diseñadas especialmente para aficionados exigentes y profesionales que quieran mantener un equilibrio perfecto entre  peso/volumen y la máxima calidad posible, sacando el mayor partido a las prestaciones del nuevo sistema, como es el recientemente galardonado por los premios EISA 2014, ZUIKO 12-40 f2.8 PRO, el nuevo objetivo Zuiko 40-150 2.8 PRO o el próximo Zuiko 7-14 2.8 PRO
Nosotros, por nuestra parte, elegimos para nuestra expedición al Makalu, un objetivo de cada uno de los tres bloques


OLYMPUS OM-D E-M1 , OLYMPUS 14-42 3.5/5.6 EZ
Para el trabajo hasta el campo base de la montaña y sobre todo en el mismo, utilizamos el teleobjetivo del antiguo sistema 4/3 con el adaptador MMF-3, Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD que equivaldría a un 100-400.
La calidad de construcción del objetivo es muy buena y funcionó perfectamente a las  temperaturas extremas que suele haber al amanecer y atardecer, no viéndose afectado su uso por la humedad de la nieve que cayó en ocasiones mientras hacíamos las fotos.
Su contenido peso con respecto a ópticas similares de la competencia y su luminosidad lo hacen extremadamente versátil.
Enfoca de forma rápida y precisa con el mencionado adaptador.
Pero donde más nos sorprendió  y donde más destaca de manera excepcional, es en cuanto a calidad de la imagen y la nitidez obtenida en las fotos que tomamos con el mismo a todas las distancias focales, incluyendo los bordes de la misma a diafragmas abiertos y de forma especial a 400 mm donde muchos teleobjetivos fallan.
He probado en otras expediciones y viajes, tanto el Canon 100-400 L con la 5d Mark II , como el Nikon 80-400 montado en la D800, objetivos más caros y desde luego que los supera ampliamente en cuanto a calidad, de forma especial si lo comparamos con el Nikon.

Podéis corroborar lo que digo en el siguiente análisis hecho por Photozone en este enlace http://www.photozone.de/olympus--four-thirds-lens-tests/454-oly502002835


OLYMPUS OM-D E-M1 , Zuiko ED 50-200 f/2.8-3.5 SWD
Por otra parte, para hacer fotos en altura, ( a partir de 6700 metros ) utilizamos el diminuto y ultraligero (tan solo 90 gr  y 22,5 mm de espesor), Zuiko 14-42 3.5/5.6 EZ, haciendo el conjunto cuerpo/objetivo de un tamaño y peso muy contenidos, cuestión esencial para poder ascender lo más ligero posible o para hacer actividades más técnicas de hielo o escalada.
Su funcionamiento fue muy correcto y no se vio afectado por las bajas temperaturas que soportamos en el Makalu La, a 7600 metros de altitud y unos -25º C.
Podéis ver una completa review en photograpyblog
http://www.photographyblog.com/reviews/olympus_m_zuiko_digital_ed_14_42mm_f_35_56_ez_review/
Pero el objetivo más utilizado sin duda, ha sido el fantástico ZUIKO 12-40 f2.8 PRO, específicamente diseñado para sacar el máximo rendimiento a la OM-D E-M1
La calidad de su construcción perfectamente sellado contra la humedad y el polvo, su luminosidad y sobre todo su excelente nitidez incluso en los bordes del fotograma a diafragmas muy abiertos lo hacen prácticamente indispensable, teniendo en cuenta además su contenido peso y volumen o su rapidez en el enfoque, lo que me permitió llevar la cámara junto con el objetivo colgando del cuello la mayor parte del tiempo, incluso nevando y con temperaturas muy extremas.
He utilizado tanto el Canon 27-70 L en la 5d MK II como el Nikon 27-70 2.8 G en la d800 y la calidad en general, pero sobre todo en las esquinas es superior en el Zuiko 12-40, sin tener en cuenta que las otras ópticas son mucho más caras y pesadas o voluminosas.
Podemos ver reviews que confirman lo que decimos en los siguientes enlaces:
Photozone  http://www.photozone.de/m43/862_oly1240
Photographyblog http://www.photographyblog.com/reviews/olympus_m_zuiko_digital_12_40mm_f_28_pro_review/
Ephotozine  http://www.ephotozine.com/article/olympus-m-zuiko-ed-12-40mm-f-2-8-pro-lens-review-24513

Lenstip  http://www.lenstip.com/392.1-Lens_review-Olympus_M.Zuiko_Digital_12-40_mm_f_2.8_ED_PRO_Introduction.html
OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
En definitiva podemos concluir que la OM-D EM-1 es una minijoya con un solo defecto, " no te quedarán excusas para no hacer fotos, vayas a donde vayas" guardando posiblemente, la mejor proporción del mercado entre calidad de imagen, fiabilidad y tamaño/peso tanto del cuerpo como del extenso escaparate de ópticas a su disposición.


OLYMPUS OM-D E-M1, OLYMPUS 12-40 2.8 PRO
Y como el futuro avanza rápidamente y soñar es gratuito, ¡qué querríamos para que a nuestro juicio la OM-D E-M1 fuera la máquina PERFECTA¡ , poniendo definitivamente contra las cuerdas a sistemas con sensores más grandes , pues un captor con una resolución de 24 Megas, sin que por ello se penalizara su compartimiento a isos altos o su rango dinámico, un Iso nativo de 100 en vez de 200, y aunque encontramos el comportamiento de su pila aceptable incluso a temperaturas muy bajas, que la batería tuviera un mayor rendimiento.







4 comentarios:

Urboneti dijo...

Excelentes fotos y un análisis muy bueno. Lástima que mi equipo sea de otra marca y no esté la cosa como para cambiarlo... pero vamos, que me has convencido.
Un saludo

Pere Soler dijo...

Excelente análisis Javier, después de leerlo me he ido a mirar precios... jeje.. casi me convences pero por el momento me quedo con mi pesada pero conocida "fotocopiadora" :))
Un abrazo

JAVIER CAMACHO dijo...

Gracias Javier y Pere ... un abrazo para los dos.

Clari dijo...

una foto mejor que otra, se ven barbaras!!!
me encantaría comprarme una de esas camaras reflex o alguna con buena definicion aunque igual soy un queso haciendo las tomas.. estaría bueno aprender!!